De cómo una pizarra se convierte en parte de nuestra vida.
Cuando era una niña me encantaban las pizarras, era genial cuando te tocaba borrarla después de cada clase y en vez de borrarla escribías tu nombre, una cuenta, alguna bobada en inglés…pero luego durante las clases rezábamos para que el profesor no nos sacara y lo que en los cambios de clase era genial se convertía en un horror.
Yo me pasaba el día en casa con la tiza escribiendo en las puertas, mis peluches tenían que aprenderse la lección! Quería ser profesora sólo para poder pintar con tiza!…luego quise ser cajera de supermercado (me encantaban los billetes del Monopoli), luego farmacéutica (tenía secuestradas todas las cajas de los medicamentos de mi casa) y así un sinfín de profesiones…Niños!
El caso es que hoy le dedico mi post a ella, a la pizarra!
Hoy en día es un elemento decorativo bastante esencial, ya que lo podemos encontrar en casas, restaurantes, tiendas y además la mayoría de los objetos decorativos tienen una variante de pizarra. Ya no sólo les gusta a los niños sino que muchos adultos, entre los que me incluyo, estamos locos por tener un espacio para usar la tiza.
La siguiente foto es de unas pizarras que pusieron los novios para que los invitados les dejaran sus mensajes:
He encontrado también estas fotos que me han gustado:
Las hay de mil formas y mil colores pero me ha hecho gracia esta para un niño o para una cocina:
Cuando acabe la mudanza y tenga mi nueva casa preparada os pondré una foto de mi mueble de pizarra a ver que os parece. Espero que os hayan gustado las fotos. Sigo leyendo «Tiempo de Arena» de Inma Chacón, he leído poco, porque estoy también haciendo cosa de punto de cruz, pero tiene una pinta estupenda. Os iré comentando para todos los que no lo hayáis leído.
Mi perra Lola se ha ido a la puerta de la tienda a tomar el sol….le encanta el calor….
Un beso para todos feliz día y como diría mi querido PADRE: «SER BUENOS»
P.D: Si lees esto, ya no hay excusas para olvidarse de comprar pan, sal, azúcar o café ,darle los buenos días a alguien, avisar de alguna llamada o tener una palabra bonita que haga sonreír a la persona que esté a tu lado.